Skip to main content Skip to navigation
Essential Workers, Essential Care

En español

Inés

Never Fired a Parent

God willing, I’m going to keep going. 

Our Interview with Inés 

Inés opened her childcare almost 40 years ago. She now cares for fewer children than she is licensed for so that her young adult daughters, who once assisted her, could pursue their own interests.  

From the start of the pandemic, Inés said her children adapted easily to altered routines, as did most, but not all, of their families. One parent was so afraid to come into Inés’s house for drop-off and pick-up that her hands would shake, and she would say, “I’m afraid of getting sick.” Despite Inés’s assurances that no children or family members had gotten Covid, this parent requested changes that went well beyond public health recommendations. The situation intensified, and to avoid disruption, Inés said she had to tell the parent, “I’m really sorry…but I can’t keep taking care of your kids.” This was unprecedented for Inés, who in her decades of caring for children, had “never fired anyone, ever.”  

Inés disclosed that just a few weeks before our interview, she had been diagnosed with a serious illness (not Covid) requiring extensive treatment, forcing her to close her center. Most difficult for her was, “How am I going to tell the parents that I’m not going to care for their kids?” But she did tell them, and not long before our interview, upon learning of the closure and the reasons for it, many families came to visit her. As a testament to her importance in children’s lives, is the example of a family with siblings ranging in age from 6 to 22 years old, all of whom she cared for during their entire childhoods.  The six-year-old embraced her and said, “Inés … don’t be sick … because I love you like a mom.” 

From full interview transcript of 1,867 words

Inés

Nunca he despedido a un padre de familia 

Primeramente, Dios, voy a seguir adelante.  

Nuestra Entrevista con Inés 

Inés abrió su centro hace casi 40 años. Ella ahora cuida a menos niños de los que tiene licencia, para que sus hijas adultas jóvenes, quienes antes le apoyaban, puedan dedicarse a sus intereses propios. 

Desde el inicio de la pandemia, Inés dijo que sus niños se adaptaron fácilmente a las rutinas alteradas, así como la mayoría – pero no todas – las familias. Una madre tenía tanto miedo de entrar a la casa de Inés para dejar y recoger a sus hijos que le temblaban las manos, y decía “Es que yo tengo miedo a enfermarme.” A pesar de las reconfirmaciones de Inés, de que ningún niño ni familiar se había contagiado de Covid, esta madre pidió cambios que sobrepasaron, por mucho, las recomendaciones de salud pública. La situación intensificó, así que para evitar disrupciones, Inés nos comentó que tuvo que decirle a la madre, “Lo siento mucho … pero no te puedo seguir cuidando a los niños.” Fue una ocurrencia sin precedentes para Inés, quien en sus décadas de cuidar a niños “no había despedido a alguien, nunca.” 

Inés reveló que tan solo unas pocas semanas antes de nuestra entrevista, a ella le habían diagnosticado con una enfermedad grave (no Covid) que requería de un tratamiento extensivo, obligándole a cerrar su centro.  Lo más difícil para ella fue, “¿Cómo les voy a decir a los papás que no les voy a cuidar a los niños?” Pero sí les dijo, y no mucho tiempo antes de nuestra entrevista, al enterarse del cierre y sus razones, muchas familias vinieron a visitarla. Como un testamento a la importancia que tiene ella en la vida de los niños está el ejemplo de una familia con hermanos cuyas edades van de 6 a 22 años. Ella los cuidó a todos durante su niñez entera.  El niño de seis años la abrazó y le dijo, “Inés … que no esté mala … porque te quiero como una mamá.” 

De la transcripción de la entrevista completa, de 1,867 palabras