Lucía
Suffering because of my job
I’ve been caring for children for 24 years now, and of those 24 years, this is the first time I’m suffering.
About My Picture
This child, I was caring for him, just him.
Before I could see more children…Right now because of the pandemic it’s just him.
We have had family losses, we’ve all gotten sick.
Family members of my clients have passed away, and mine, too, on both sides.
But … we’re moving forward…and it’s interesting to me how, although he’s by himself, he’s very happy there, playing. He’s not worried about if there are more children.
He’s a year and five months old, and I have taught him to put his toys in order, to clean, and to put everything in its place. Sometimes it’s almost traumatizing to have a one-year-old child playing in all the areas, because they don’t know how to clean up. And you have to follow him all day long, and it’s pretty tiring. Because you’re like, “Don’t open that, [don’t] put those in your mouth,” and all that. But I’ve had him since he was a baby, and he knows how to clean up.
Our Interview with Lucía
“First it was the masks,” Lucía said, “…they were very scarce…we were looking … how can we get the masks? … And, you know, there wasn’t any bleach, there weren’t any towels… [the families] needed childcare, and I wanted to provide it, but at the same time we needed everything…we had to keep going…”
Though Lucía, who opened her childcare in 1996, has prevailed through the pandemic, she has also experienced its most severe consequences. Early on, Lucia, her whole family, and some of the families in her care contracted Covid, and some of her own family members and those in her clients’ families died from it.
Following those losses, the number of children in Lucía’s care dropped so profoundly that she worries about the emotional effects on the remaining child. She noted that though he plays well on his own, she is still concerned. “Before we had … a big group of kids,” she said, “and we would do quite a few activities, and now … it’s just one child and it’s like everything is pretty quiet … he feels…very alone.”
Lucía’s shrunken childcare enrollment has also caused financial suffering. She talked about struggling to meet basic financial obligations such as house, car, and insurance payments. Cash assistance and supplies from federal and state programs have helped, and Lucía is “very appreciative” for the support. She added, “We have felt that it wasn’t too little nor too much … the help came to us from all around … and it’s very good.”
From full interview transcript of 1,205 words
Lucía
Sufriendo por mi trabajo
Es porque ahorita ya tengo 24 años cuidando niños y de 24 años, es la primera vez que estoy sufriendo.
Sobre Mi Foto
Este niño, estaba cuidándolo, nomás él.
Antes podía ver a más niños … Ahorita por la pandemia está él solito.
Hemos tenido pérdidas de familiares, nos hemos enfermado todos.
Han fallecido familia de los clientes, de los míos, también, de los dos lados.
Pero … seguimos adelante … y se hace curioso que, aunque está solo, está muy feliz jugando. No le preocupa si hay más niños.
Tiene un año y cinco meses y lo he enseñado a ordenar los juguetes, de limpiar y poner todo en su lugar. A veces es como traumante que un niño de un año esté jugando por todas las áreas porque no sabe limpiar. Y tienes que andar detrás de él todo el día y es bien cansado. Porque “No abras aquí … [no] te las metas a la boca,” y eso. Pero lo tengo desde baby y él sabe limpiar.
Nuestra Entrevista con Lucía
“Primero era las máscaras,” dijo Lucía, “… eran muy escasas … buscamos, ¿cómo poder conseguir las máscaras? … Ya ves que no había cloro, no había toallas … [las familias] necesitaban el cuidado y [yo] quería dárselo, y al mismo tiempo necesitábamos todo … tuvimos que seguir adelante.”
Aunque Lucía, quien abrió su centro en 1996, pudo sobrellevar la pandemia, también ha experimentado las consecuencias más severas. En los primeros días, tanto Lucía como toda su familia y algunas de las familias bajo su cuidado, contrajeron Covid. Algunos familiares suyos, y de las familias de sus clientes, murieron por el virus.
Después de estas pérdidas, el número de niños a los que cuidaba Lucía bajó tan marcadamente que ella se preocupa por los efectos emocionales sobre el niño que le queda. Ella remarcó que aunque él juega bien solo, a ella todavía le inquieta. “Antes teníamos … un grupo grande de los niños,” ella dijo, “y hacíamos bastantes actividades y ahorita … es un niño nada más y es como que está todo bien tranquilo … él se siente … muy solo.”
Las inscripciones disminuidas para el cuidado de Lucía también han provocado sufrimiento económico. Lucía habló de las dificultades para cumplir con obligaciones financieras básicas, como los pagos de vivienda, coche y seguro. La asistencia en efectivo y los suministros ofrecidos por programas federales y estatales han sido de ayuda, y Lucía está “muy agradecida” por el apoyo. Ella agregó que “hemos sentido como que fue ni poquito ni mucho lo que nos ayudaron … nos han apoyado de todos lados … y está muy bien.”
De la transcripción de la entrevista completa, de 1,205 palabras